Marc Sautet au Café des Phares (Paris 1994) Photo: Wolfgang Wackernagel

martes, 31 de julio de 2012

Declaración de París en favor de la Filosofía

Detalle desde el jardín interior de la sede de la UNESCO en París
Nosotros, los participantes en las Jornadas  internacionales de estudio sobre “Filosofía y Democracia en el mundo” organizadas por la UNESCO en París los días 15 y 16 de febrero de 1995, 
Señalamos que los problemas de que la filosofía se ocupa son los problemas universales de la vida y la existencia humanas;
Creemos que la reflexión filosófica puede y debe contribuir a la comprensión y la orientación del quehacer humano; 
Consideramos que la práctica de la filosofía, que no excluye ninguna idea del libre debate y se esfuerza por establecer definiciones exactas de los conceptos utilizados a fin de comprobar la validez de los propios razonamientos y efectuar un examen riguroso de los ajenos, permite a todas las personas aprender a pensar con independencia; 
Hacemos hincapié en que la enseñanza de la filosofía estimula la apertura mental, la responsabilidad civil, el entendimiento y la tolerancia entre las personas y los grupos; 
Insistimos en que la educación filosófica, al inducir a la independencia de criterio, la reflexión y la resistencia a las diversas formas de propaganda, prepara a todas las personas a asumir sus responsabilidades ante las grandes cuestiones del mundo contemporáneo, especialmente en el plano ético; 
Confirmamos que el fomento del debate filosófico en la educación y la vida cultural constituye una aportación primordial a la formación de los ciudadanos al poner en ejercicio su capacidad de juicio, que es fundamental en toda democracia. 
Así pues, comprometiéndonos a hacer todo lo que podamos en nuestras instituciones y en nuestros países respectivos para lograr estos objetivos, declaramos lo siguiente: 
Todo individuo debe tener derecho a dedicarse al libre estudio de la filosofía bajo cualquier forma y en cualquier lugar del mundo; 
La enseñanza de la filosofía debe mantenerse o ampliarse donde ya existe, implantarse donde aún no existe y ser nombrada explícitamente con la palabra “filosofía”
La enseñanza de la filosofía debería ser impartida por profesores cualificados e instruidos específicamente a tal efecto y  no estar supeditada a consideración económica, técnica, religiosa, política o ideológica alguna; 
Aun manteniendo su autonomía, la enseñanza de la filosofía debería vincularse en la medida de lo posible a la formación académica o profesional en todos los campos;
A fin de impartir educación filosófica a adultos se fomentará la distribución de libros accesibles por la lengua en que estén editados y por su precio de venta a un amplio público lector, la producción de programas de radio y televisión y de cintas audio y vídeo, el uso con fines educativos de todo tipo de tecnología audiovisual e informativa, el fomento de múltiples situaciones en las que se celebren libremente debates y todo tipo de iniciativas encaminadas a proporcionar al mayor número de personas posible conocimientos básicos sobre cuestiones y métodos filosóficos. 
Las instituciones de investigación y enseñanza deberían perseguir y respaldar el onocimiento de los planteamientos filosóficos de las distintas culturas, la comparación de lo que cada una puede aportar y el análisis de lo que las acerca y lo que las separa; 
La filosofía, en tanto que libre actividad de indagación, no puede establecer juicios definitivos y fomenta el respeto de las convicciones individuales, pero, en ningún caso, a riesgo de negar su propia naturaleza, deberá aceptar doctrinas  que denieguen la libertad ajena, afrenten la dignidad humana o siembren la barbarie. 

(http://unesdoc.unesco.org/images/0013/001386/138673s.pdf)

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